Fenbendazol como posible tratamiento del linfoma avanzado

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El fenbendazol, un benzimidazol de amplio espectro, se utiliza habitualmente como antihelmíntico para tratar infecciones parasitarias en animales. Actúa dirigiéndose a los microtúbulos de tubulina de los parásitos e interrumpiéndolos.

Los microtúbulos son vitales para la división celular, el transporte interno, el movimiento y el mantenimiento de la forma celular. En consecuencia, los fármacos que afectan a los microtúbulos, como los alcaloides de Vinca y el paclitaxel, se han adoptado ampliamente en la terapia contra el cáncer. El fenbendazol funciona de forma muy parecida a estos medicamentos, siguiendo un enfoque similar.

fenbendazole and dca for non hodgkins

Esta ilustración muestra heterodímeros α/β que se unen para crear cilindros de tubulina, todos alineados en la misma dirección, lo que da al microtúbulo su orientación única. Puedes ver que el microtúbulo tiene dos extremos diferentes que crecen a velocidades distintas. Fíjate especialmente en el deshilachado que se produce en el extremo (+), donde los dímeros empiezan a separarse.

Los microtúbulos desempeñan un papel crucial en la división y multiplicación de las células cancerosas, por lo que son un objetivo importante para detener el crecimiento de los tumores. Al centrarnos en estos objetivos, tenemos el potencial de detener y reducir muchos tipos de cáncer con fenbendazol.

Una historia destacada es la de un hombre de 83 años que luchaba contra un linfoma en estadio cuatro y decidió no someterse a quimioterapia ni radioterapia por los efectos secundarios que conllevan. Tras investigar por su cuenta, empezó un régimen diario de 1 gramo de fenbendazol, ajustando la dosis (1-4 cápsulas) en función de sus síntomas.

Seis meses después, una tomografía computarizada reveló una reducción del tamaño de sus ganglios linfáticos mediastínicos, las zonas cancerosas. Entonces redujo su consumo de fenbendazol a 1-3 cápsulas de 222 mg al día. Un escáner PET/CT posterior dos meses después mostró una mayor disminución de los tumores de linfoma.

En un caso notablemente similar, los informes indican que un hombre de mediana edad consiguió superar con éxito su linfoma no Hodgkin en estadio IV utilizando Dicloroacetato de sodio (DCA)..

¿Qué es el linfoma no Hodgkin?

El linfoma no Hodgkin es una forma de cáncer que se origina en las células del sistema inmunitario, concretamente en los linfocitos T o B. Se diferencia histológicamente de una enfermedad similar, la enfermedad de Hodgkin, por la ausencia de células de Reed-Sternberg en las muestras de biopsia. Aunque el linfoma de Hodgkin es menos frecuente, también es uno de los cánceres más tratables, con una tasa de supervivencia a 5 años de alrededor del 90%.

Normalmente, uno de los primeros indicadores significativos del linfoma no Hodgkin es la presencia de ganglios linfáticos agrandados y no dolorosos. Otros síntomas de esta enfermedad pueden ser fiebre, pérdida de peso inexplicable, fatiga, dificultad para respirar, sudores nocturnos y tos. La sospecha de este cáncer suele surgir cuando se manifiestan estos síntomas, en particular la inflamación indolora de los ganglios linfáticos, o mediante el descubrimiento de resultados anormales en análisis de sangre rutinarios.

A la hora de diagnosticar y formular un plan de tratamiento para el linfoma no hodgkiniano, la tomografía computarizada (TC) y las biopsias son cruciales. Estas herramientas de diagnóstico ayudan a confirmar la presencia de la enfermedad y orientan a los profesionales sanitarios a la hora de elegir el tratamiento más eficaz para el paciente.

El linfoma no hodgkiniano es un diagnóstico de cáncer bastante frecuente

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El linfoma no hodgkiniano es un tipo de cáncer relativamente frecuente, que representa aproximadamente el 4% de todos los nuevos diagnósticos de cáncer. Estadísticamente, cada año se diagnostica esta enfermedad a unas 20 de cada 100.000 personas. En 2014, aproximadamente 660.000 personas padecían linfoma no Hodgkin en Estados Unidos.

Curiosamente, la incidencia de nuevos casos de linfoma no Hodgkin aumenta cada año. Este aumento puede atribuirse en parte a los avances en las tecnologías de diagnóstico que permiten una detección más precoz y precisa de estas enfermedades.

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La quimioterapia es un tratamiento estándar para muchos tipos de cáncer, incluido el linfoma no Hodgkin, y puede ser eficaz para lograr la remisión completa. Sin embargo, la quimioterapia suele conllevar una serie de efectos secundarios y posibles consecuencias para la salud a largo plazo. Además, siempre existe el riesgo de que el cáncer recaiga, lo que requeriría nuevas sesiones de quimioterapia.

Estas dificultades asociadas a los tratamientos tradicionales contra el cáncer son una de las razones por las que algunas personas exploran terapias alternativas contra el cáncer, ya sea de forma independiente o con la orientación de profesionales sanitarios.

El dicloroacetato sódico (DCA) es una de estas opciones de tratamiento alternativo. Utilizado originalmente durante décadas para tratar enfermedades mitocondriales congénitas en niños, la farmacocinética, farmacodinámica y efectos secundarios del DCA se conocían bien mucho antes de que se descubriera su potencial como tratamiento contra el cáncer. Este hallazgo accidental ha despertado el interés por el DCA como posible terapia de afecciones oncológicas.

Cómo actúa el DCA contra diversos tipos de cáncer

Comprender cómo funciona el DCA en la lucha contra el cáncer es crucial. En esencia, el DCA inhibe una enzima clave para las células cancerosas: la piruvato deshidrogenasa quinasa. Esta inhibición desencadena varios cambios transformadores en las células tumorales.

En primer lugar, el DCA reduce el efecto Warburg, que desplaza el metabolismo celular de la glucólisis aeróbica a la respiración normal, disminuyendo así la elevada acidez en el interior de las células. En segundo lugar, el DCA induce selectivamente la apoptosis en las células cancerosas, deteniendo eficazmente el crecimiento del tumor y reduciendo su tamaño. Por último, el DCA puede reducir el riesgo de metástasis del cáncer.

Estos efectos son dignos de mención, sobre todo teniendo en cuenta que el riesgo de efectos secundarios es considerablemente menor cuando el DCA se utiliza junto con determinados suplementos dietéticos. En caso de que se produzcan efectos secundarios, suelen ser leves y causar molestias mínimas. Estos efectos son totalmente reversibles y suelen desaparecer a los pocos días de dejar de tomar DCA.

El DCA se presenta como una alternativa prometedora en el tratamiento del cáncer y ya está ayudando a personas que luchan contra enfermedades oncológicas. Un caso particularmente notable es el de un hombre de 52 años que consiguió resolver completamente su linfoma folicular no Hodgkin en estadio IV mediante la autoadministración de DCA. Este caso ejemplifica el potencial del DCA como opción terapéutica viable para quienes se enfrentan a diagnósticos similares.

Resultados notables: Linfoma no Hodgkin antes y después del tratamiento con DCA

dca and non hodgkin lymphoma

Un hombre de 46 años empezó a experimentar síntomas preocupantes. Durante cinco meses, perdió 15 kilos, tuvo fiebre persistente y sudores nocturnos intensos. Además, notó un aumento de tamaño de los ganglios linfáticos cervicales, que se extendían desde la parte superior del cuello hasta la clavícula.

Preocupado, buscó atención médica. Una tomografía computarizada (TC) reveló la presencia de ganglios linfáticos patológicos en la cabeza, el cuello, el tórax, el abdomen y la pelvis, un descubrimiento desalentador. Otras pruebas diagnósticas, incluidas biopsias de médula ósea y ganglios linfáticos, confirmaron el diagnóstico de linfoma folicular no Hodgkin en estadio IV.

Posteriormente, se sometió a seis ciclos de quimioterapia R-CHOP, un régimen que incluye rituximab, ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina y prednisolona. Estos meses de quimioterapia intensiva fueron un reto, pero una tomografía computarizada de seguimiento reveló un hito importante: estaba en remisión y libre de cáncer.

De vuelta a su estilo de vida habitual, retomó sus actividades cotidianas y se sometió a revisiones médicas periódicas. Durante un año gozó de buena salud, prueba de la eficacia de su tratamiento y de su resistencia ante un diagnóstico tan difícil.

Tras un periodo de remisión, el hombre volvió a tener síntomas como fiebre, tos, sudores nocturnos y una rápida pérdida de peso de 5 kilos en dos semanas. Preocupado, volvió a buscar ayuda médica. Por desgracia, las pruebas diagnósticas revelaron un aumento de tamaño de los ganglios linfáticos del lado derecho de la cabeza y el cuello: el cáncer había reaparecido.

Como no quería volver a sufrir los duros efectos secundarios de la quimioterapia, sobre todo las náuseas y los vómitos, rechazó el tratamiento convencional. Decidido a encontrar una solución alternativa, descubrió el dicloroacetato sódico (DCA) y empezó a autotratarse.

Su régimen diario incluía:

  • 1.000 mg de dicloroacetato de sodio,
  • 500 mg de Vitamina B1,
  • 600 mg de ácido alfa-lipoico,
  • 500 mg de extracto de hoja de té verde (marca Jarrow),
  • 10 onzas de Mountain Dew, mezclado con DCA para su consumo
  • Los resultados fueron sorprendentes:

En dos semanas, su fiebre, sudores nocturnos, fatiga y pérdida de peso comenzaron a mejorar.

  • Después de un mes, sus ganglios linfáticos aumentados de tamaño empezaron a encogerse, llegando a ser no palpables después de dos meses.
  • Al día 71, sus síntomas habían desaparecido por completo. Recuperó la energía, el apetito y la calidad del sueño.
  • En un extraordinario giro de los acontecimientos, una tomografía por emisión de positrones en diciembre de 2008 (cuatro meses después de iniciar la terapia con DCA) no reveló ningún rastro de cáncer. Había superado efectivamente el linfoma no Hodgkin.

En su último chequeo, ahora con 52 años, dijo sentirse bien y continuar con una dosis de mantenimiento de DCA tres veces por semana, junto con tiamina y ácido alfa-lipoico. Lleva una vida plena y activa y trabaja a tiempo completo. El escáner PET más reciente no mostró signos de cáncer y, aparte de unos niveles de triglicéridos y colesterol ligeramente elevados, sus análisis de sangre son normales. Esta notable recuperación pone de relieve el potencial de los tratamientos alternativos en determinados casos de cáncer.

Más allá del Fenbendazol, quienes exploran este tratamiento alternativo suelen combinarlo con otras sustancias como DCA, 2DG, etc. Estas combinaciones parecen potenciar el efecto global, aumentando la capacidad del Fenbendazol para combatir el cáncer.

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